Ayer, cuando tuve finalmente el libro "Quatre retocs" entre mis manos, sentí que soy una persona profundamente afortunada, que tengo estrella, esa que veían los cíngaros, pues donde puse el corazón ha crecido un vergel.
Es, sin duda, el proyecto más bonito en el que he participado, grande el regalo para tanta juventud. Lo hemos promovido desde la ONG Santa Maria Sense Fronteres, allí somos pocos, apenas 2 o 3, pero nuestra ilusión ha sido inmensa y nuestra convicción firme.
Como persona estoy feliz, como ilustradora totalmente enriquecida. En Gambia los 44 niños y niñas me enseñaron a mirar la belleza desnuda, a tener aún más fe y esperanza, con ellos me di cuenta que la utilización del color y la expresión a través de él se debe llevar en los genes, igual que el sentido del ritmo, entendí porque dibujan los árboles huecos y nosotros no (te lo explico cuando nos veamos). Allí sentí que la armonía es lo natural.
Lo que ya me ha dado "Quatre retocs"
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2 comentarios:
Enhorabona Nívola. Em sembla un projecte preciós! No sé què passa a Santa Maria, però hi ha unes iniciatives brutals!
Hi haurà distribució del llibre? No m'importaria aconseguir-ne un, ni que fos per col·laborar.
Tomeu
Clar Tomeu! el vendrem, principalment a la Botiga Natural de Santa Maria, on està la seu de l'ONG (Plaça Nova, on es posa el mercat els diumenges)
Però dijous 29, a la presentació també. Possiblement al final de l'acte els nins i nines signen els exemplars!
Una abraçada i a veure si ens trobem!
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