Uno de los requisitos para abordar la Obra Mural fue contacto con el lugar, con sus hábitats, con las comunidades locales y sus tradiciones, ... así que me organizaron una
serie de visitas que se convirtieron en un auténtico regalo. Gracias a esa
semana de inmersión en la región de la mano de diversos profesores y de alumnos de la
Universidad, tuve la oportunidad de conocer el hermoso entorno natural, dejarme
abrazar por los árboles monumentales del bosque mesófilo, vivir su riqueza
cultural, artesanías, bordados, música, disfrutar de la hospitalidad y buena conversación del méxicano, compartir cosmovisión, intimidad familiar, las fiestas de
los jóvenes, la gastronomía... Vivencias que han impregnado la
obra y han ido dando a luz al Mural "Abrazar la Tierra", convirtiéndose en un proceso artístico muy transformativo, en el cual
profesores, alumnos, instituciones y vecinos hemos podido participar del
progreso y ver cómo se enriquecía con las diferentes aportaciones.
Siento que estar en
contacto con un proceso artístico, en este caso conectado con la Naturaleza, nos
ha elevado e inspirado. Por supuesto a pequeña escala, allí, en una sede académica
rodeada de bosques húmedos de montaña. Simplemente
por el hecho de convivir con este proceso, hay quien se ha rencontrado y se
ha conectado con su creatividad e intuición, y quien ha pensado en nuevos proyectos o
ha reforzado su camino, u otros han valorado más su entorno y a ellos mismos, así me lo han expresado. Esto es otro regalo, y no
puedo estar más feliz porque me voy con la mochila llena, y siento que algo también
se queda allí. Si una de las funciones por la que se desarrollan los primeros Murales de la Escuela Mexicana de Pintura es la educativa y sensibilizadora, podemos decir que el proceso ha cumplido, nutriéndonos a muchos y elevando ideales.
Desde un punto de vista profesional he podido conjugar, como no lo había hecho antes, mi perfil y sensibilidad naturalista con la vertiente
artística. He experimentado el papel que juega el
arte en la transformación de la conciencia personal y colectiva, así como en la educación
para la sostenibilidad. Con la experiencia he visualizado y fortalecido ese
puente entre Arte y Naturaleza.
Gracias a la
Maestra Sandra Méndez por toda su complicidad e implicación. Y gracias a los maestros José Luis de la Cruz,
Jesús de León y Efren Mata que fueron mis ojos, y me ofrecieron su sensibilidad, conocimientos y amistad.
Aquí mi
visión de la Huasteca Hidalguense y de Chapulhuacán a través de los colores que son parte de lo que
aprendí y viví con vosotros! Algunos ya en el mural!
negros
fucsiasnegros
azules
verdes
rojos
amarillos
naranjas
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