¡Sentirnos ligeros!


A veces la vida discurre fácil, ligera, entonces sentimos que fluimos, y eso nos reúne con nuestro ser, para reconocernos serenos, libres de ataduras, despojados de cualquier peso ficticio, felices! Sólo hemos seguido nuestro corazón, hemos cultivado amor e intuición. Hemos sido valientes para escucharnos sinceramente y para saber que la caída de una pluma no duele!

(Así, con esta fluidez salieron las ilustraciones de nuestro nuevo cuento, "Águila que camina. El niño Comanche" de Ana Eulate. Ed. Cuento de Luz..... que ya vuela camino de la imprenta!)

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