Desde mi ventana en el paraíso

Ya casi son tres años mirando por la ventana de Mallorca, el aire nuevo y frágil que entraba al principio hoy es familiar. Algunas cosas han crecido, otras han cambiado, y muchas otras maravillosas, han nacido. La fragilidad, sin embargo, diría que es la misma, igual que el vuelo de la lisandra. La diferencia quizá, es que convenga transformar la energía del comienzo y la emoción que sentía ante lo desconocido, en ilusión por continuar, por mantener, por sostener y por alimentar lo creado....

1 comentario:

Tomeu dijo...

Tan mágica es la ilustración como lo son las palabras que la acompañan. Es toda una declaración de intenciones, una actitut ante la vida, lo que dices: "transformar la energía del comienzo y la emoción que sentía ante lo desconocido, en ilusión por continuar, por mantener, por sostener y por alimentar lo creado...."

¡Un abrazo!