En mi mirada predomina la luz y el color, pero también hay días en los que una se viste de luto, que las cosas no salen como una quiere, que se llegan a perder los nervios y se originan percances tras otros. La magia desaparece rápidamente y me envuelven lágrimas densas que concentran mucha tristeza. Pero por suerte siempre encuentro un lugar donde refugiarme...y la tormenta dura poco.