Cuando esta ilustración estuvo acabada, tuve la sensación que se trataba de un autoretarto del futuro. Mi identificación con la fuerza, la ilusión, el colorido, incluso el estilo del personaje (de lo más profundo a lo más superficial, -así me gustaría vestir cuando esté rodeada de nietas-) era tan grande, que me emocioné y sentí, como si en un sueño y a través de la ilustración hubiera viajado al futuro.
Me estimula saber que esa fuerza, esa intuición, esa decisión y claridad en el camino que conduce al Sol, al centro de cada uno, a nuestro propio destino, posiblemente tendrá igual de vigor de aquí a muchos años, mientras, para cultivarlo me mantengo en el camino, señalando todo aquello que me gusta!